Namaste!

«Yo me reverencio ante ti» o «lo divino en mi saluda a lo divino en ti», «mi alma se inclina ante tu alma». Este simple gesto es pues, no solamente un gesto físico sinó un saludo más interno, una profunda muestra de respeto de todo tu ser hacia el ser del otro. Aunque se haya generalizado y conocido simplemente como una forma de saludo, se trata de un mudra y es considerado en la tradición como un gesto sagrado en el que se activan determinados circuitos energéticos.

Las manos representando el cuerpo se juntan a la altura del corazón, centro de amor y de conexión con la divinidad, y la cabeza con los ojos cerrados se inclina en señal de entrega.

Así pues no me queda nada más que decir: Namaste!

¿Por qué practico yoga?

Esta es una lista abierta de las razones por las que practico yoga:

 

• Porqué en un momento determinado fue la puerta que abrió otras puertas de mi autoconocimiento.
• Poqué después de  una buena práctica tengo más claridad mental para discernir lo realmente importante de lo que no lo es.
• Porqué me ayuda a trasladar su disciplina y constancia a otros ámbitos.
• Porqué las asanas son siempre las mismas y, a la vez, siempre distintas.
• Porqué me permite identificar mis tensiones.
• Porqué me abre el corazón.
• Porqué es un encuentro con mi Ser: mi cuerpo, mi mente y mi espíritu.
• Porqué siempre está ahí y siempre vuelvo.